28 mar 2011

ACCESO TERRITORIAL LIBRE Y SOBERANO AL PACÍFICO: POLÍTICA DE ESTADO

(Extracto de la participación del Diputado Fabián II Yaksic en el Debate del programa Diálogo en Panamericana trasmitido el sábado 26 de marzo de 2011 expresando la posición del Movimiento Sin Miedo con relación a la iniciativa del Presidente Evo Morales de acudir a tribunales internacionales para resolver la reivindicación marítima de Bolivia).


Periodista- Vamos a realizar el tratamiento sobre la decisión del presidente Evo Morales de recurrir a instancias internacionales sobre el tema del mar. Cuál es la perspectiva de este tema. ¿Cuál es la lectura que usted tiene?

Fabián II Yaksic- Yo quisiera empezar situando de qué estamos hablando. El tema marítimo, nuestra reivindicación centenaria que está constitucionalizada, sin duda no está en discusión, esta nuestra reivindicación de acceder soberanamente al Pacífico. Pero creo que debemos partir del hecho de que este es un tema que no le compete solamente al gobierno, no es un tema gubernamental y que en la medida en que entiendan esto los amigos y compañeros del gobierno, se puede avanzar de manera seria, de manera responsable.

Este es un tema de Estado y todo lo que se avance y diga tiene esa sensibilidad, y todos en este tema, como la selección que junto al tema marítimo son los dos únicos temas, que nos mantienen cohesionados a los bolivianos, la demanda marítima y lo que se tiene que hacer al respecto es un tema de política de Estado, y no de gobierno. Y ahí hay una dificultad, hace dos noches hemos visto un bochorno que le hace daño al país, porque este es un tema del país, del Estado, más allá que nos guste o no nos guste o digan o dejen de decir el Canciller y el Presidente, tiene que ser una política de Estado donde todos estemos comprometidos. Pero hace dos noches todos vimos el bochorno en la Asamblea Legislativa Plurinacional, donde diputados de oposición y oficialismo se enfrascaron en una gresca, donde se ve a diputadas oficialistas tratando de dar una patadita en la canilla a un opositor de derecha, que no entiende que este tipo de interpelaciones tienen que manejarse con mucho cuidado.

Pero, a su vez, el oficialismo sale con un argumento que me preocupa, califica de traidor a quien critica, o se lo acusa de vende patria, hace dos noches salieron unos epítetos de todo tipo. Por eso, este tema no puede ser resuelto, ni para unos ni para otros, como un tema de política interna. Ni para unos que quieren hacer política interna criticando el mensaje presidencial del 23 de marzo, ni para otros que pretenden solucionar temas de popularidad con un tema altamente sensible. Creo que es fundamental una conciencia nacional de que esta es una problemática que nos involucra a todos.

En esa medida tenemos que partir recordando algunos hechos históricos que son fundamentales y uno que lo tengo en la mente, al año siguiente de salir bachiller, en la Asamblea de 1979 de la OEA que fue histórica y fundamental, ese hecho me marcó profundamente porque no entendí qué hacemos los bolivianos en materia del mar. Entiendo que fue una de las asambleas de la OEA más importantes en materia de logros diplomáticos que se ha podido tener, independientemente de quién lo haya impulsado, pero la resolución de la Asamblea de la OEA fue fundamental porque reconocía y recomendaba a los estados involucrados: Chile, Perú y Bolivia, “que encaminen negociaciones para dar a Bolivia una conexión territorial libre y soberana al Océano Pacífico”.

Esa era la declaración de la OEA y no entendí como un soldado boliviano, un coronel de la República de ese entonces (Alberto Natusch Busch), hizo un golpe de Estado con delegaciones de países que recién retornaban a sus respectivos países en complicidad con algunos diplomáticos de pacotilla que hemos tenido como Guillermo Bedregal, que todos decían que era un diplomático y se convirtió en golpista que en ese momento dio el golpe más certero a los avances diplomáticos que hemos tenido. Esos personajes que cometieron semejante barbaridad deberían ser procesados como traidores a la patria.

A partir de eso los gobiernos sucesivos no sacaron provecho de esos avances y paulatinamente hemos ido abandonando los escenarios internacionales o escenarios multilaterales donde podíamos generar condiciones de negociación diplomática, no hemos vuelto a retomar estas iniciativas de la OEA y ahora, contradictoriamente, es bueno reconocer ahora que hay escenarios que no los podemos abandonar, desde 1979 no hemos vuelto a trabajar esas resoluciones para sacarle provecho a esta exigencia irrenunciable y legítima de todos nosotros para acceder soberanamente al Pacífico.

Esta historia nos marca errores que cometemos los bolivianos para atender este tema y no podemos volverlos a repetir, estamos 132 años con esta cantaleta, tomadas de pelo desde la diplomacia chilena que no suelta, que tiene políticas de Estado; nosotros también hemos definido una estrategia nacional con más o menos improvisaciones, pero está claro que nosotros no vamos a desmayar ningún momento para seguir manteniendo la reivindicación soberana al pacífico, esto es fundamental, jamás bajar los brazos en este sentido.

Pero a qué viene todo esto. Tenemos que discutir y analizar en profundidad por qué el presidente Evo Morales, el 23 de marzo, toma esta decisión que es transmitida al mundo a través de un discurso en el Día del Mar. Y me preocupa escuchando y leyendo declaraciones de altos funcionarios de gobierno, porque encuentro contradicciones, esta decisión transmitida el mundo entero lo que hace es habilitar una nueva vía que no la habíamos asumido hace tiempo.

Nos está proponiendo al país tomar una vía distinta, con un proceso ante algún tribunal, porque tampoco explica de manera clara aquello, pero abandonado un poco la vía que se estaba utilizando, vía bilateral con esfuerzos de negociaciones, etc, etc. Si esta determinación se la tomó porque fracasaron las negociaciones de los trece puntos es algo que tenemos que desentrañar porque no se nos ha informado eso, es algo que nos sorprendió a todos, incluso a gente del gobierno que se sorprendió con este discurso, porque hasta horas antes parecía que todo estaba viento en popa; es más, hace un mes se reunieron los cancilleres, se conformó la Comisión de Alto nivel para avanzar, para profundizar y habían previsto una reunión también de Alto Nivel, entonces nos estaban contando que las cosas estaban avanzando y todos estábamos respaldando porque esta es una política que no solo la asume el Presidente, la asumimos todos los bolivianos independientemente si nos gusta o no la posición del Presidente.

Nos preguntamos por qué hasta antes del jueves parecía que había un escenario favorable. El gobierno nos contó que en el tema del Silala, por ejemplo, hubo avances, entonces la pregunta es si ¿se tomó esta decisión porque se acabaron las negociaciones con Chile? El Senador del MAS, Adolfo Mendoza, dijo que si el diálogo llegara al punto final entonces Bolivia tiene derecho a recurrir a escenarios internacionales. ¿Hemos llegado al punto final en el diálogo con Chile? Hemos tomado esa decisión porque se acabó el diálogo con Chile. Adolfo Mendoza nos dice que hemos estado tanto tiempo en diálogo sobre esta injusticia que nos ocasionaron y no hubo resultados.

Pedimos al gobierno que le explique al país qué pasó con los trece puntos. Alguien, desde Chile dijo que hasta ahí nomás, ¿qué nos obligó a tomar esa determinación?. Ese es un primer elemento que hay que despejarlo porque la vía que nos propone el presidente es altamente riesgosa. Hay que ver la magnitud de todo ello.

Periodista- El presidente dice que vamos a insistir en el diálogo, no dice que la negociación se ha roto o los trece puntos se han perdido.

Fabián II Yaksic- Está bien, César Navarro (Viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales) ha declarado que vamos a seguir con el diálogo sincero y franco y ahí está la contradicción, o estamos calculando mal o definitivamente estamos desarrollando una estrategia que la hemos develado innecesariamente en un discurso presidencial. Ahí hay una gran contradicción: no vamos a abandonar el diálogo pero vamos a recurrir a los tribunales.

Nosotros desde el Movimiento Sin Miedo, como la segunda fuerza política nacional de izquierda crítica al gobierno, vemos con optimismo la posibilidad de trabajar alternativas, después de 132 años, de buscar alternativas que no las hemos trabajado en el último tiempo, pero de ahí a que estemos manejando estas nuevas alternativas con toda la seriedad que esto significa, ahí tenemos algunas dudas. Creo que necesitamos abrir escenarios para conocer lo que realmente ha motivado al Presidente hacer esto, qué pasa con esta salida todavía de discurso que ha planteado una nueva vía para resolver nuestro enclaustramiento marítimo.

En estas condiciones va a ser muy difícil mantener el diálogo, en estas condiciones cuando le vas a decir con quien estabas dialogando que ahora vamos a ir a un tribunal, ¿cómo pensamos desplegar esta vía planteada por el Presidente?, este es un tema que lo tenemos que debatir entre todos los bolivianos, si esta es la decisión que se ha tomado por x o z motivo tenemos que discutir las razones de fondo que le han llevado al presidente a tomar este reto tan complicado que nos mantiene un escenario dificilísimo hacia adelante y tenemos que trabajar esta opción que es muy complicada. No porque al Presidente se le haya ocurrido va a ser un camino fácil de ahora en adelante y Chile va a venir a cualquier escenario arbitral al que nosotros lo demandemos. No, tenemos que trabajar una estrategia boliviana en este caso ante la ruta que nos está planteando el Presidente. Bueno, vayamos al desafío que nos propone el Presidente.

Cuando estamos frente a una agenda internacional que nos ha planteado el presidente no hay donde perderse, todos los bolivianos y bolivianas tenemos que concentrar esfuerzos y unirnos en torno a una estrategia seria para encarar esa nueva ruta que nos pone el Presidente, vayamos a trabajarla pero que nos aclare, que nos informe por qué finalmente se toma esta decisión y cómo vamos a desarrollar esta estrategia que yo la encuentro tremendamente difícil y ojalá estemos conscientes de esas dificultades para ver cómo las vamos trabajando hacia adelante.

Insisto en que evitemos la tentación de usar el tema marítimo ya sea para resolver popularidades o no, ya sea para defenestrar o descalificar por parte de la oposición a lo que hace el gobierno. Y por parte del gobierno cuidado que agitemos este sentimiento y caigamos en el chauvinismo, esas cosas tenemos que evitar porque le haríamos un flaco favor a Chile.

Es importante que retomemos lo importante que será desentrañar que hay realmente de serio en la propuesta que nos plantea el Presidente y eso es lo que tenemos que trabajar. No sé hasta dónde hemos llegado con la agenda de los trece puntos, cuidado que ingenuamente pensemos que ahora que hemos decidido ir a algún tribunal para resolver otra línea de acción, que hay que trabajarla, construir ese escenario; cuidado pensemos que Chile nos vaya a decir: ah, bueno, ya que tomaron esa decisión, entonces trabajemos sobre los doce puntos restantes, que parecería que es esa la estrategia, sacar el tema marítimo de los trece puntos y lanzarlo a los tribunales, pero manteniendo el diálogo sobre los otros 12 puntos. No sé si es ésta la estrategia que están asumiendo. Más allá de las groserías que declaró el Diputado Chileno Larraín, o lo que piensa el gobierno chileno, a nosotros lo que nos debe preocupar es lo que definimos como estrategia.

Es un nuevo escenario que hay que trabajarlo seriamente, pero me temo y me preocupa mucho los avances que hayamos tenido en los otros doce puntos, ¿hay condiciones de seguir conversando sobre los doce puntos luego del discurso del presidente? ¿Hubo cálculos sobre eso o nos hemos lanzado a otra estrategia sin estrategia?, y ese es otro tema preocupante.

Otra cosa que me preocupa es que el gobierno considere que este es un asunto burocrático y que lo vamos a resolver con la creación de una Dirección de Reivindicación Marítima. El desafío no se reduce a eso, es demasiado complicado y cuidado que estemos generando expectativas demasiado grandes o inmanejables. Hemos ratificado ayer en la Cámara de Diputados el Pacto de Bogotá de 1948 que nos permite recurrir a cualquier tribunal, pero no hay certeza de que La Haya nos vaya a aceptar fácilmente una definición arbitral, podemos tener dificultades y cuidado tengamos sorpresas.

Impulsemos un debate en diferentes escenarios porque esta es una problemática de Estado y no es un tema sólo de gobierno. Tenemos que dar señales claras en sentido a la imagen que ha querido transmitir el Presidente y el gobierno a nivel internacional y no creo que sea de las mejores. Si a nivel internacional no hacemos un trabajo serio para posicionar esta alternativa que nos propone el Presidente, me temo que la imagen que hemos dado al quizá mundo sería la de restar credibilidad en política internacional.

En cuanto a la Diplomacia de los Pueblos, está bien como consigna, tenemos que superar la Diplomacia de Cocktail que ha caracterizado a la época neoliberal, pero no estoy seguro que la Diplomacia de los Pueblos este dando resultados, tenemos que madurar un poco más este tema y no dejarlo solamente en una linda consigna, porque en el fondo no es nada más que eso.