BENI CON SEGURIDAD E INTEGRIDAD NO TIENE LIMITES

                               BENI CON SEGURIDAD E INTEGRACIÓN NO TIENE LÍMITES

El Beni ha tenido un crecimiento sostenido los últimos ocho años al igual que en el resto del país, debido, principalmente, al incremento de algunas de sus exportaciones de materias primas. En el caso del Beni fue la castaña que se paso de exportar de menos de $us. 60 millones en 2005 a poco más de $us. 120 millones de un total de exportaciones de 127,3 millones en 2013. Si bien las exportaciones del Beni dependen casi exclusivamente de la castaña y la madera, en la economía interna tiene otro comportamiento; esto se explica porque un 77% de la cartera está destinada al comercio, servicios inmobiliarios y la construcción, pero además, las exportaciones dentro del país están dominadas por los productos cárnicos derivados de la actividad ganadera que se dice que antes de la inundación 2013-14 llegaba a 3 millones de cabezas, pero habría bajado a 2,5 millones y que alimentaba principalmente a los departamentos occidentales del país.
Sin embargo la desigualdad del crecimiento con el resto del país es alarmante; mientras el ingreso per cápita de Bolivia ha alcanzado $us. 2.480 el del Beni apenas llego a $us. 1.479, una diferencia de más de mil dólares cuando esta diferencia en 2005 no llegaba ni a los tres cientos dólares. Este rezago en su crecimiento con respecto al resto del país ha dejado consecuencias profundas en la calidad de vida de los benianos con indicadores como los siguientes: de los hogares benianos el 59% no tiene agua potable, el 26% sin energía eléctrica, 84% no tiene alcantarillado y el 34% cocina a leña.

Pero lo más alarmante del Beni no es su rezago frente al desarrollo nacional, sino su vulnerabilidad. Las inundaciones en la época de lluvias se están volviendo recurrentes así como la destrucción tanto de la vida de la gente, la infraestructura, y sus medios de producción. En las inundaciones de 2014, se perdieron más de 450.000 cabezas de ganado, los caminos de recolección de productos forestales son inaccesibles y la ayuda internacional que en otras ocasiones alivió en algo el golpe de las aguas, en esta ocasión llegó en forma condicionada y prebendal bajo la administración del gobierno central que no quiso dictar la situación de “Desastre” en el departamento para mantener control sobre estos recursos. La destrucción de la infraestructura tanto en viviendas, sistemas de agua potable, energía y otros aún está siendo evaluada.
En el análisis y diagnóstico realizado por el Movimiento Sin Miedo, hemos detectado las siguientes políticas y programas necesarias para el desarrollo del Beni, que proponemos priorizar en la siguiente gestión de gobierno para que sean encarados por los distintos niveles de gobierno central y departamental.

1. Programa de prevención y atención de desastres

La población beniana ha perdido la confianza en los técnicos y autoridades de todos los niveles de gobierno para generar los programas de prevención; de forma reiterada, no solo han fallado en preveer el alcance e impacto de los fenómenos naturales, sino que los pocos sistemas de alerta temprana no han podido modificar el resultado de los acontecimientos y finalmente, no se ha reducido la vulnerabilidad del departamento ante estos fenómenos. Es por ello, que la población beniana exige que las políticas y programas de prevención y atención de desastres sean elaborados participativamente, bajo los siguientes componentes;

Refugios Seguros:

El contar con refugios seguros tanto para la gente, sus pertenencias y sus medios de producción como el ganado y su maquinaria es imprescindible y prioritario para enfrentar futuras inundaciones. En la última inundación, esta fue una de las principales falencias, la mayor parte de los sitios designados como “seguros” para refugiarse tanto para la gente, como para sus pertenencias y su ganado terminaron inundados aumentando las pérdidas tanto humanas como materiales a escalas nunca antes vistas. En este sentido, la proyección de refugios y zonas seguras deberán ser proyectados junto a los pobladores para escenarios y situaciones de desastre.

Alerta Temprana:

Cumplida la tarea de contar con refugios y zonas seguras, la planificación para encarar estos desastres debe tomar en cuenta los tiempos que necesitará la población para trasladarse y trasladar sus pertenencias y medios de producción como el ganado a estos lugares. Si bien los fenómenos de inundación en el Beni tienen la característica de tener un ritmo pausado, es necesario contar con un monitoreo adecuado de todas las zonas para evitar el aislamiento de poblaciones antes de que estas puedan ponerse en resguardo, como ocurrió en la última inundación.

Manejo y Control de las Inundaciones:

Los fenómenos de inundación en el Beni tienen registros y muestras arqueológicas que muestran su ocurrencia cíclica de larga data, sin embargo, debido al calentamiento global, este tipo de fenómenos en los últimos años han sido más seguidos y con mayor intensidad. Para poder encarar adecuadamente estos fenómenos, es necesario formular programas serios que partan de estudios científicos, que puedan planificar tanto el manejo como el control de las inundaciones, para lograr minimizar su impacto tanto en la población, su economía, como en el mismo ecosistema.

Esto pasa por una re-evaluación del impacto estimado tanto de las políticas forestales, las represas proyectadas en el país, como de aquellas ya construidas en territorio brasilero, para que se evalúen de manera mas precisa sus impactos y se puedan tomar medidas correctivas, así ello implique una cambio de política, sobre la permanencia y pertinencia de estos proyectos.

Reconstrucción y generación de empleos alternativos y transitorios:

Las inundaciones no solo provocan pérdidas humanas, sino que también tienen un fuerte impacto en la pérdida de medios de producción dejando a la población sin medios de subsistencia. Para paliar esta situación, todos los proyectos deben ser encarados con la población y recursos en lo posible locales sobre todo aquellos proyectos de “Manejo y Control de Inundaciones”, que puedan brindar trabajo primero temporal y de emergencia para luego encarar políticas que generen actividades económicas que permitan a la gente tener un medio de subsistencia a pesar de las inundaciones.

2. Transporte intra e inter Departamental

El Beni cuenta con tres medios de transporte; terrestre pero pocos caminos asfaltados y sin acceso durante buena parte del año, aéreo con más de 500 pistas pero un solo aeropuerto sin calificación internacional y 3 pistas asfaltadas, y lacustre con más de 5.000 Km. de ríos navegables pero que necesitan mantención por la gran cantidad de sedimentos, sin una infraestructura portuaria ni una flota fluvial adecuada.

Como podemos ver ninguno de los medios de transporte, cuenta con la infraestructura o la capacidad para comunicar adecuadamente al Beni, tanto entre sus centros poblacionales como con el resto del país. Esta es una de las barreras más fuertes que enfrenta el desarrollo departamental y es por ello, que junto con el gobierno departamental y los gobiernos locales, el gobierno central debe encarar un programa que logre comunicar todas las poblaciones benianas y al departamento con el resto del país por medios accesibles y eficientes, subsanando las falencias y encarando una inversión conjunta en los tres medios de transporte existentes.

Esto debe pasar por priorizar el medio de transporte viable, más eficaz y eficiente para cada población o comunidad. Este medio debe ser fortalecido de tal manera que además de ser eficaz, tenga precios accesibles para la población y para el transporte de su producción. Dadas las condiciones geográficas y climatológicas del departamento, los otros medios de transporte que comuniquen las comunidades, deben ser utilizados como medios secundarios que garantice el no-aislamiento de ninguna población.

3. Energía y Telecomunicación

Tanto la cobertura de la red eléctrica como la cobertura de las telecomunicaciones no solo es escasa sino de una mala calidad; con frecuentes y largas interrupciones de los servicios. La red eléctrica integrada solo llega a Yucumo, San Borja, San Ignacio de Moxos y Trinidad y el resto del departamento esta atendido por 13 cooperativas en sistemas aislados pero el indicador más contundente es que el 26% de los hogares benianos no cuenta con energía eléctrica.

Si bien los proyectos como Cachuela Esperanza y el Estrecho del Bala se venden como base para una electrificación total del departamento, su finalidad más parece ser la exportación que la atención a las necesidades locales. No se ha explorado seriamente fuentes alternativas como la hidro-energía que aprovechan el caudal de los ríos, la luz solar o biomasa, que son soluciones ideales para sistemas pequeños y aislados, donde la interconexión por las distancias es muy cara.

Las telecomunicaciones tanto por telefonía fija, celular e internet son de poca cobertura y también de muy mala calidad. A pesar de haber ya entrado en funcionamiento el Satélite Tupac Katari hace más de 3 meses, no ha habido mejoría alguna en estos servicios, provocando que la mala integración del departamento no solo sea físicamente sino además telecomunicacionalmente, para ello se deben proveer conexiones y redes locales que permitan una conexión y transmisión más eficientes con la red nacional.
Administración de Recursos Forestales y su Industrialización

Las exportaciones del Beni están basadas casi exclusivamente en recursos forestales, por lo que una buena administración y mantención de los bosques es esencial para garantizar la sostenibilidad de la economía departamental. Esto no solo implica el control de los productos que se extraen de los bosques, sino una planificación y generación de institucionalidad e infraestructura que permita explotación sostenible de sus recursos.
Además, gran parte de la producción extraída del bosque se pierde por falta de infraestructura industrial que permita una óptima utilización de estos recursos. Es decir, que gran porcentaje de la madera y la castaña, no solo se pudre y pierde durante su traslado antes de su procesamiento, sino que las que son tratadas localmente no alcanzan los niveles de calidad requeridos para poder obtener su máximo valor comercial. Esta infraestructura industrial, no sólo no es accesible para la mayoría de la gente que se dedica a estas actividades, sino que la falta de transporte y energía hacen inviables su implementación. Es por ello que para encarar estos proyectos deben estar involucrados todos los niveles de gobierno con los actores económicos en los Consejos Productivos y así lograr que se superen tanto las barreras físicas como tecnológicas de estas actividades económicas.

4. Ganadería

A pesar que todo el territorio nacional ha sido declarado libre de Fiebre Aftosa, la ganadería es una de las actividades económicas más golpeadas por los fenómenos naturales y además por medidas anti-inflacionarias del gobierno. Las inundaciones primero y las bajas temperaturas después le han costado al departamento más de medio millón de cabezas de ganado, pero además las restricciones tanto al precio de la carne como a su exportación impiden que el sector se recupere en el departamento.

Si bien el gobierno ha generado un fideicomiso para que los ganaderos del departamento puedan repoblar y mejorar su ganado comprando nuevas cabezas, sin embargo los trámites y exigencias no han permitido que hasta la fecha se haya llevado a cabo ningún desembolso y por otro lado esta acción no garantiza nuevas pérdidas en las siguientes inundaciones, por lo que el Programa de Atención y Prevención de Desastres, debe ser elaborado y concertado con este sector para que tenga éxito.

Además de ello, la infraestructura para desarrollar esta actividad es necesaria; para implementar granjas de engorde, mataderos, cadenas de frío e industrialización de los productos y subproductos de esta actividad, que garanticen obtener el mejor aprovechamiento de los recursos que genera esta actividad y que repercuta en un crecimiento sostenido y sostenible de la economía departamental.

5. Otras Actividades Agropecuarias

Tanto el banano, la yuca y otros cultivos tradicionales son producidos y aprovechados sólo artesanalmente para cubrir la subsistencia y con suerte la demanda local. El potencial de estos cultivos es grande tanto por su demanda a nivel nacional como internacional, además que la industrialización de estos productos, como de sus subproductos pueden multiplicar sus réditos base como las fuentes de trabajo que estas actividades generan. Sin embargo para obtener estos deseados beneficios, es necesario un impulso serio y decidido a estas actividades tanto como para tecnificarlas como para su industrialización, que es imposible de encarar en el corto plazo por los productores locales, pero que con el concurso estatal se podría contar con los medios para que estas actividades agropecuarias alternativas puedan desarrollarse.

6. Turismo

Las actividades de turismo se concentran en dos ramas, el turismo Arqueológico-Cultural en Mojos y el turismo Ecológico de Aventura. Ninguna de estas actividades turísticas, cuentan con programas de respaldo serio de parte del Estado. El potencial es grande pero tanto el Estado como las empresas dedicadas al rubro deben encarar proyectos que puedan brindar condiciones adecuadas al turista a través de la capacitación de los operadores y la creación de infraestructura adecuada y de una promoción tanto nacional como internacional.

Aprovechando esta actividad, la producción de artesanías ha encontrado un nicho importante, sobre todo de la cultura Mojos, por lo que será necesario encarar programas de capacitación y tecnificación para que esta actividad puede lograr competitividad económica y sea un medio alternativo de ingresos sostenible.