(SOLICITADA DEL MOVIMIENTO SIN MIEDO EL 30 DE ABRIL DE 2011)
La elección popular de los Jueces y Consejeros Supremos del país, podría ser la oportunidad histórica para iniciar un profundo proceso de despartidización, revalorización e independencia de la justicia respecto del poder político y económico que durante 186 años se ha cuoteado y elegido a dedo a quienes debían ocupar los más altos cargos del Órgano Judicial.
No están en juego solamentelos 56 cargos más importantes de la administración de justicia de Bolivia. Está en juego la justicia misma y, por tanto, la suerte de cada uno de los bolivianos.
Sin embargo, con la Ley de Régimen Electoral y el Reglamento de preselección de candidatos, el MAS busca perpetuar su control y la subordinación del Órgano Judicial frustrando otra gran expectativa popular que es la transformación estructural de la administración de justicia, ahora como ayer, mediocre, corrupta, discriminadora, partidizada y prebendalizada.
La elección popular de los Jueces y Consejeros Supremos del país, podría ser la oportunidad histórica para iniciar un profundo proceso de despartidización, revalorización e independencia de la justicia respecto del poder político y económico que durante 186 años se ha cuoteado y elegido a dedo a quienes debían ocupar los más altos cargos del Órgano Judicial.
No están en juego solamentelos 56 cargos más importantes de la administración de justicia de Bolivia. Está en juego la justicia misma y, por tanto, la suerte de cada uno de los bolivianos.
Sin embargo, con la Ley de Régimen Electoral y el Reglamento de preselección de candidatos, el MAS busca perpetuar su control y la subordinación del Órgano Judicial frustrando otra gran expectativa popular que es la transformación estructural de la administración de justicia, ahora como ayer, mediocre, corrupta, discriminadora, partidizada y prebendalizada.